sábado, 12 de marzo de 2011

¡Las ocupaciones impieden estar por completo con el niño¡




¿Qué medida de verdadero encuentro damos realmente a nuestros hijos?

Nosotros los padres, ¡Somos gente tan ocupada!, ¡Tenemos tanto en qué pensar!

No es que no queramos a nuestros hijos: todo lo contrario. Pero tenemos trabajos que terminar, horarios que cumplir motores y plantas que atender, impuestos y empleos, lavados, y barridos, citas, clases hasta tarde, muy tarde.

Y nos afanamos por dar fin a estas tareas, para hacer frente a las obligaciones que siguen en la lista. El hecho es que nuestros rígidos planes conspiran contra los encuentros humanos.

¿Cuando se sienta la familia en el desayuno?

¿Los domingos?

Sin intención, sin darnos cuenta de la importancia del encuentro, no hacemos más que zumbar.El compromiso profundo de -ESTAR- en todo, nos impide estar aquí por completo, son pocas las personas que viven el presente con atención concentra en la familia. Encerrados en el pasado o concentrados en el futuro,no nos hallamos en el presente, que en resumidas cuentas es el único tiempo del cual realmente disponemos.

Tratamos de estar en todas partes al mismo tiempo.Y así en cierto sentido , no estamos en ninguna de esas partes.

Cada presión que eliminamos nos da tiempo para dedicar a la persona de nuestro hijo.

Todos debiéramos hacernos la siguiente pregunta: Mi comportamiento, ¿Da prioridad a las cosas y a los planes o a los seres humanos ?

Un niño definió a los abuelos como "Personas que tienen tiempo para los niños".

Lo que no dijo que "Los Padres están a menudo preocupados para tener encuentros verdaderos con sus hijos".

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