sábado, 12 de marzo de 2011

La felicidad


¡La felicidad es la meta de la vida!.

Ese pájaro blanco que invita a seguirlo, sorteando paisajes y recodos e itinerarios de distintos colores y sonidos. La felicidad es un sueño, hay toda una pedagogía para arribar a ese destino. Los mapas personales diseñan senderos nuevos por los que uno va descubriendo los sabores de la vida y regustos.

La felicidad es capacidad para superar los reveses que el mapa del mundo personal levanta ante nosotros, en donde senderos engañosos parpadean su invitación a seguirlos y uno queda atrapado en las tupidas redes de emboscadas donde se pierde la visión y todo se torna insulso, desigual, desdibujado y frágil.
Hay que partir de una base bifronte: la educación y la cultura, habrá dolor en el esfuerzo.

Quevedo, ese gran poeta español del siglo de oro, lo anunciaba en su célebre soneto: Amor más allá de la muerte: Ahí se templa el oficio de ser hombre.
Amontonar alegrías y tristezas, aciertos y errores, luces y sombras, nitidez y oscuridad, juego de binomios estelares que pulen hasta lograr una psicología bien templada. Arrancamos desde la educación.

Educar es convertir a alguien en persona, introducir en la realidad con amor y conocimiento, la educación es la base para edificar una trayectoria personal adecuada. Etimológicamente significa acompañar y extraer. Educar es cautivar con argumentos positivos, entusiasmar con los valores, seducir con lo excelente eso significa comunicar conocimientos y promover actitudes, en una palabra, información, educar no es enseñarle a alguien matemáticas, literatura, arte o contabilidad, sino prepararlo para que viva su biografía de la mejor manera posible.Reglas de urbanidad y convivencia, hábitos positivos para no sersujeto masa, anónimo e impersonal.

LA EDUCACIÓN ES LA ESTRUCTURA DEL EDIFICIO PERSONAL.

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